Este anuncio empieza con una situación en la que uno se suele encontrar ridículo al estar en el cuarto de baño y no tener papel higiénico al alcance. Continúa con una imagen exagerada del papel higiénico y el niño empujándolo. Aparecen más objetos y productos de tamaño mucho más grande del real. Todo esto simboliza, que el producto que se vende, Fairy, tarda mucho en gastarse. El anuncio por tanto utiliza el humor y la exageración para destacar su producto.
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